Adaptación a los efectos del cambio climático

El cambio climático ya está aquí. En la actualidad, alrededor de 3600 millones de personas (casi la mitad de la población mundial) son muy vulnerables a los efectos del cambio climático, desde las sequías, inundaciones y tormentas hasta el estrés térmico e inseguridad alimentaria y, mientras la temperatura global continúe subiendo, esa cifra seguirá en aumento.
Además de hacer todo lo posible para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y reducir el ritmo del calentamiento global, debemos adaptarnos a las inevitables repercusiones del cambio climático.
¿Qué puede hacer?
Hay muchas formas de adaptarse a lo que está ocurriendo y a lo que va a suceder. Por ejemplo, puede plantar o conservar árboles alrededor de su casa para mantener una temperatura más fresca en el interior o quitar la maleza para reducir el riesgo de incendio. Si tiene una empresa, comience a pensar y planificar en función de los posibles riesgos climáticos, como los días calurosos que impiden a los trabajadores realizar tareas al aire libre. Puede obtener más información aquí.
Prepararse para los grandes cambios
Nuestras economías y sociedades en su conjunto necesitan ser más resistentes a los efectos climáticos, lo que requerirá iniciativas a gran escala, muchas de las cuales deberán organizarlas los gobiernos. Es posible que sea necesario construir carreteras y puentes o adaptarlos para que soporten temperaturas más altas y tormentas más intensas. Algunas ciudades costeras tal vez tengan que establecer sistemas para prevenir inundaciones en las calles y en el transporte subterráneo. Además, es probable que en las regiones montañosas tengan que encontrar formas de limitar los deslizamientos de tierra y el desbordamiento de los glaciares que se derriten.
Invertir ahora salva vidas y reduce costes más adelante
Invertir en adaptación es más lógico que esperar e intentar recuperarse más tarde. Proteger a las personas ahora salva más vidas y reduce los riesgos en el futuro. Además, es lógico desde el punto de vista financiero, porque cuanto más esperemos, más aumentarán los costes.
Piénselo. A nivel mundial, una inversión de 1,8 billones de dólares en sistemas de alerta temprana, infraestructuras resistentes al clima, la mejora de la agricultura, la protección global de los manglares a lo largo de las costas y recursos hídricos resistentes podría generar 7,1 billones de dólares mediante una combinación de costes evitados y diversos beneficios sociales y ambientales. El acceso universal a los sistemas de alerta temprana puede generar unos beneficios hasta 10 veces superiores al coste inicial y, si hubiera más explotaciones agrícolas que instalaran sistemas de riego con energía solar, utilizaran nuevas variedades de cultivos, tuvieran acceso a sistemas de alerta meteorológica y adoptaran otras medidas de adaptación, el mundo evitaría un retroceso de la producción agrícola mundial de hasta el 30 por ciento para 2050. (Más información sobre datos prácticos sobre adaptación en este enlace).

Dar prioridad a los más desfavorecidos
Aunque es evidente la necesidad de adaptarse, algunas de las comunidades más vulnerables al cambio climático son las que menos se adaptan porque son pobres y/o viven en países en desarrollo que ya tienen dificultades para conseguir recursos suficientes para cubrir las necesidades básicas como la atención sanitaria y la educación. Se calcula que los costes de adaptación en los países en desarrollo podrían alcanzar los 387.000 millones de dólares al año en 2030; sin embargo, la financiación para la adaptación solo alcanzó los 32.400 millones de dólares en 2022.
¿Qué han acordado hacer los países?
En el Acuerdo de París, todas las Partes se comprometieron a fortalecer la respuesta mundial al cambio climático aumentando la capacidad de todos para adaptarse, generar resiliencia y reducir la vulnerabilidad. Más información en este enlace en inglés.
Según el artículo 7.1 del Acuerdo de París, un Objetivo Global de Adaptación establece un compromiso colectivo destinado a «mejorar la capacidad de adaptación [del mundo], fortalecer la resiliencia y reducir la vulnerabilidad al cambio climático».
En virtud de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, desde 2011, varios países han elaborado Planes Nacionales de Adaptación. Hasta la fecha, solo 55 países han presentado un plan de este tipo: poco más de un tercio de los países en desarrollo, la mitad de los países menos desarrollados y un tercio de los pequeños Estados insulares en desarrollo. Compruebe si su país tiene uno de estos planes y qué dice al respecto o bien obtenga las últimas actualizaciones sobre cómo elaboran los países planes como parte de las estrategias nacionales de desarrollo.
Convertirlo en una realidad
El secretario general de las Naciones Unidas ha pedido un aumento global de la financiación para la adaptación de los países vulnerables, además de nuevas formas de colaboración. Algunos ejemplos pioneros de nuevos modelos de colaboración son las alianzas entre Tuvalu y Australia y la República Dominicana y España, cuyo objetivo es aumentar los flujos financieros para convertir las prioridades de adaptación en oportunidades de inversión y, en última instancia, en acciones sobre el terreno.
Asimismo, se han puesto en marcha otras iniciativas para ayudar a que las personas se adapten al cambio climático. Una de ellas es el Fondo de Adaptación mundial, que financia iniciativas pioneras en los países en desarrollo. Puede consultar si su país tiene un proyecto al respecto.
En la naturaleza se encuentran muchas de las soluciones al cambio climático. Más información sobre la adaptación basada en los ecosistemas y seis formas en que la naturaleza puede protegernos.
Un ejemplo de lo que se conoce como soluciones basadas en la naturaleza para mantenerse a salvo es la construcción de muros de contención contra inundaciones en Yibuti, donde también están restaurando los bosques de manglares, que protegen contra el aumento del nivel del mar, proporcionan alimentos a la población y ofrecen un refugio para las plantas y los animales
Puede parecer que las soluciones basadas en la naturaleza son sobre todo para el campo, pero las ciudades también están aumentando su capacidad de resistencia volviendo a la naturaleza. En El Salvador, la capital, San Salvador, aspira a convertirse en una «ciudad esponja» mediante la restauración de los bosques circundantes para limitar los deslizamientos de tierra y las inundaciones, así como para mejorar el drenaje de manera que imite el de los arroyos y ríos naturales.
En Estados Unidos, la ciudad costera de Miami está elevando los niveles de las calles y desarrollando infraestructuras verdes junto con planes ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Más información
El Informe sobre la brecha de adaptación describe la lentitud de los avances en materia de adaptación al cambio climático, entre otras razones, por la falta de financiación, y presenta soluciones basadas en la naturaleza. Siete lecciones sobre la adaptación al cambio climático se basan en la experiencia adquirida hasta la fecha.
¿Cómo se pueden salvar 23.000 vidas y obtener 162.000 millones de dólares de beneficios al año? Mejorando las previsiones meteorológicas, los sistemas de alerta temprana y la información climática. Consulte el Informe sobre la brecha hidrometeorológica.
Adapt Now, de la Comisión Global sobre Adaptación, detalla los beneficios de la adaptación con el fin de instar a la acción a los gobiernos, empresas, inversores y líderes comunitarios. El caso económico a favor de la Naturaleza muestra cómo la protección de los ecosistemas puede evitar pérdidas billonarias a las economías nacionales.
Una guía práctica de edificios resistentes al clima ofrece consejos para la construcción, especialmente en comunidades con pocos arquitectos e ingenieros capacitados profesionalmente.
Otra consideración es cerrar la brecha digital para generar más y mejores datos y predecir a tiempo los riesgos climáticos.
Información científica
El informe del IPCC sobre Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad evalúa los efectos del cambio climático, observando los ecosistemas, la biodiversidad y las comunidades humanas tanto a nivel global como regional. Asimismo, analiza las vulnerabilidades y las capacidades y límites del mundo natural y de las sociedades humanas para su adaptación al cambio climático.
El Programa Mundial de Ciencia para la Adaptación vincula a investigadores, responsables políticos y profesionales para crear y compartir conocimientos que puedan dar forma a las políticas y acciones de adaptación. En los últimos informes, se abordan cuestiones como la adaptación transfronteriza y el llamado cambio climático de «alto nivel», en el que las temperaturas suben tanto que las consecuencias climáticas serían aún más extremas.
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